Trastorno obsesivo-compulsivo

Aproximadamente dos de cada 100 personas padecen de TOC. Suele diagnosticarse en jóvenes adultos, y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Aproximadamente uno de cada 100 niños pudiera padecer de TOC.
Acerca del TOC
Síntomas del TOC
Causas del TOC
Diagnóstico del TOC
Tratamiento del TOC
Cómo convivir con una persona que padece de TOC
Acerca del TOC
Si usted padece de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), pudiera tener obsesiones y/o compulsiones frecuentes que le hagan sentirse ansioso. A todos nos asaltan de vez en cuando pensamientos desagradables o preocupantes: por ejemplo, si dejamos el horno encendido. Sin embargo, cuando una persona padece de TOC, estas ideas son frecuentes y parecen cobrar mayor importancia.
Síntomas del TOC
Los síntomas del TOC varían de leves a graves. Incluyen obsesiones (ideas o sensaciones que producen angustia o ansiedad) y compulsiones (acciones que se consideran necesarias para erradicar las obsesiones). Lo más común es tener tanto obsesiones como compulsiones, pero también es posible experimentar solamente una de estas. Es posible que se tenga más de una obsesión o compulsión.
Las obsesiones más comunes son las siguientes:
- pensar o sentir que los objetos están sucios o contaminados;
- preocuparse excesivamente por la salud o la higiene;
- temer por la seguridad, por ejemplo, si las puertas quedaron bien cerradas o los electrodomésticos apagados;
- preocuparse por el orden y la simetría;
- tener pensamientos religiosos o antirreligiosos;
- tener pensamientos perturbadores acerca de la agresión o el sexo;
- necesidad compulsiva de acumular objetos inútiles.
Los comportamientos compulsivos pueden ser una forma de contrarrestar la ansiedad que provocan las obsesiones. Estos pueden ser acciones concretas, o simplemente cosas que se realizan en la mente.
Las compulsiones más comunes son las siguientes:
- cerciorarse de que cosas tales como las llaves de gas estén cerradas o de que los seguros estén puestos;
- limpiar o lavar, tanto una parte del cuerpo propio (por ejemplo, las manos) como las cosas que le rodean;
- repetir acciones de un modo particular;
- compulsiones mentales (por ejemplo, repetir ciertas frases u oraciones mentalmente);
- buscar simetría o perfección en el orden de las cosas;
- acumular o coleccionar objetos inútiles.
Las compulsiones suelen relacionarse con el tipo de obsesión que se experimenta. Por ejemplo, si una persona está obsesionada con la suciedad y la contaminación, es posible que se lave las manos repetidamente. Es probable que sienta que, si no obedece sus compulsiones, algo terrible le sucederá. Poner en práctica una determinada compulsión le hace sentir mejor a corto plazo; sin embargo, esa sensación no perdura.
Las personas que padecen TOC, por lo general, pero no siempre, están conscientes de que sus ideas y acciones son irracionales. Es común que se sientan culpables, indignadas, deprimidas o avergonzadas al respecto. Los comportamientos compulsivos pueden consumir mucho tiempo, y a menudo se interponen en el curso normal del trabajo o de la vida familiar.
Si una persona padece de TOC, es posible que también sufra de depresión debido a la tensión emocional que le provoca lidiar con las obsesiones, o porque el TOC y la depresión generan un desequilibrio químico similar en el cerebro.
El TOC puede afectar la vida familiar o perjudicar la relación de pareja, lo que podría culminar en separación o divorcio.
Causas del TOC
Se desconoce la causa exacta del TOC, pero es probable que se deba a una combinación de factores.
En ocasiones, el trastorno obsesivo-compulsivo es hereditario. De manera que si alguno de sus progenitores, o de sus hermanos, padece de TOC, las probabilidades de que usted también lo desarrolle son mayores.
En algunas personas, acontecimientos tales como el nacimiento de un hijo, los cambios en las relaciones o la muerte de un familiar cercano pueden desencadenar el TOC. Ciertos tipos de personalidad, en especial la del perfeccionista, son más propensos a desarrollar este trastorno.
El trastorno obsesivo-compulsivo se ha asociado con un aumento de la actividad en ciertas partes de cerebro y una disminución del nivel de una sustancia química natural llamada serotonina, que es fundamental en el control de los estados de ánimo.
En algunos niños, el TOC se manifiesta a continuación de una infección estreptocócica (un tipo de infección bacteriana).
Diagnóstico del TOC
El trastorno obsesivo-compulsivo puede ser sumamente angustiante. Si usted considera que su vida cotidiana se está viendo afectada por este trastorno, consulte a su médico de cabecera.
Este le preguntará cuáles son sus síntomas y le examinará. También le hará preguntas sobre su historia clínica. Es posible que le refiera a un psiquiatra (un médico especializado en salud mental), a un psicoterapeuta o a un asesor psicológico para obtener más ayuda.
Tratamiento del TOC
La mejor forma de tratar el TOC es buscar ayuda profesional. El tratamiento puede ayudarle a controlar sus obsesiones y a evitar los comportamientos compulsivos. Este puede consistir en tratamientos psicológicos, en medicamentos o en una combinación de ambos.
Autoayuda
Los libros, CD y DVD de autoayuda, así como los grupos de apoyo, pueden serle útiles. Pídale a su médico de cabecera que le aconseje.
Escribir los pensamientos obsesivos, en lugar de intentar reprimirlos, puede ayudarle a controlarlos mejor. De hecho, al tratar de alejar un pensamiento, suele suceder lo contrario: más le viene este a la mente. Por otra parte, trate de resistir el impulso de poner en práctica las ideas o conductas compulsivas, ya que, cada vez que lo haga, crecerá en usted la certeza de que dicha acción es capaz de evitar que sucedan cosas malas.
No utilice drogas recreativas ni alcohol para controlar sus sentimientos, ya que esto puede afectar de forma negativa su salud y su bienestar. Algunas personas consideran que las técnicas de relajación o los ejercicios las ayudan a reducir su nivel de ansiedad.
Terapia de conversación
Los tipos de tratamiento de conversación más eficaces para el TOC son aquellos que ayudan a la persona a adaptar su comportamiento o su forma de pensar (cognición).
La terapia cognitivo-conductual (TCC) suele ser lo primero que se recomienda. Esta consiste en sesiones con un terapeuta (en persona o por teléfono), ya sean en forma individual o grupal. Por lo general, el terapeuta sugerirá un tipo de tratamiento llamado “terapia de exposición y prevención de respuesta”.
Esta consiste en aprender gradualmente a enfrentarse a la situación que produce temor (exposición), sin recurrir al comportamiento compulsivo habitual para manejar la ansiedad (prevención de respuesta). Por ejemplo, si su obsesión es la limpieza, su terapeuta podrá pedirle que use un teléfono público, o bien que toque un picaporte sin lavarse las manos después.
Si bien muchos consideran que la terapia de exposición y prevención de respuesta es angustiante en un principio, poco a poco la ansiedad asociada a la situación va cediendo, a medida que la persona empieza a enfrentarse a sus temores. La cantidad de sesiones que necesite dependerá de la gravedad del TOC del que usted padezca.
Medicamentos
Su médico de cabecera o su psiquiatra puede recetarle medicamentos para tratar el TOC. Los medicamentos más eficaces tienden a restablecer el equilibrio de la serotonina en el cerebro. Estos fármacos, como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS), también se utilizan para tratar la depresión, y funcionan disminuyendo la sensación de ansiedad. Otra opción es la clomipramina (Anafranil), que es un tipo diferente de antidepresivo.
Para ver una mejoría, deberán transcurrir, por lo menos, 12 semanas a partir de la fecha en que empiece a tomar el medicamento contra el TOC. El médico puede incrementar la dosis inicial, si esta no le funciona. Usted deberá seguir tomando el ISRS durante un año, por lo menos. Las reacciones a los ISRS varían según la persona, así que es posible que usted deba probar distintos medicamentos hasta encontrar el indicado. Si va a dejar de tomar el medicamento, por lo general se le indicará que lo haga gradualmente, ya que los síntomas pudieran reaparecer una vez que lo suspenda.
Tratamiento hospitalario
La mayoría de las personas que padecen de trastorno obsesivo-compulsivo no son hospitalizadas, a menos que tengan otro problema de salud mental, por ejemplo, un trastorno alimentario o esquizofrenia. Si sus síntomas son muy graves y no puede cuidarse adecuadamente, o si tiene pensamientos suicidas, su médico puede sugerirle otro tratamiento.
La cirugía cerebral no se recomienda como tratamiento para el TOC. No obstante, en ocasiones muy contadas, si su trastorno obsesivo-compulsivo es grave y los demás tratamientos no le han funcionado, es posible que se le indique una cirugía. Su médico deberá evaluar primero si usted está en condiciones de ser operado. Antes de someterse a una cirugía, usted deberá dar su consentimiento.
Cómo convivir con una persona que padece de TOC
Si un amigo o familiar suyo padece de TOC, usted puede ayudarlo animándolo a consultar a su médico de cabecera. Esto puede resultar complicado, ya que a veces las personas que padecen de TOC no están preparadas o no quieren pedir ayuda.
Si su amigo o familiar elige la terapia de exposición y prevención de respuesta, anímelo a enfrentarse a las situaciones difíciles, y no participe de sus rituales o controles.
No tema que una persona que tenga un miedo obsesivo a ser violento lleve a cabo sus ideas: es muy raro que esto suceda.
sobre el trastorno obsesivo-compulsivo
¿Cómo sabrá mi médico de cabecera si tengo TOC?
¿Los medicamentos que ayudan a controlar el TOC tienen efectos secundarios?
¿El trastorno dismórfico corporal es similar al TOC?
¿Cómo sabrá mi médico de cabecera si tengo TOC?
Respuesta
El médico le hará algunas preguntas sobre sus síntomas y la forma en que estos afectan su vida cotidiana.
Explicación
Es posible que le resulte difícil hablar de sus síntomas; sin embargo, no olvide que es probable que su médico de cabecera ya haya visto muchos casos como el suyo. El médico evaluará la magnitud de las dificultades que le provocan sus síntomas, así como la manera en que estos afectan su vida diaria.
Es posible que usted tenga síntomas leves de TOC que le resulten angustiantes, pero que sean manejables. Sin embargo, si sus síntomas son más graves, limitarán seriamente su forma de vida diaria.
Su médico decidirá con usted cuál es el tratamiento más adecuado. También podría indicarle grupos de apoyo o autoayuda a los que usted pudiera acudir en su zona.
¿Los medicamentos que ayudan a controlar el TOC tienen efectos secundarios?
Respuesta
Si, los fármacos que se recetan para ayudar a controlar los síntomas del TOC tienen algunos efectos secundarios.
Explicación
A menudo se recetan inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS) para controlar los síntomas del TOC. Especialmente durante las primeras semanas de consumo de estos fármacos, usted pudiera experimentar efectos secundarios tales como náuseas, dolores de cabeza, dificultad para dormir y sensación de ansiedad o agitación. Al principio, pudiera parecerle que sus síntomas empeoran; sin embargo, con el tiempo estos se irán aplacando.
Otro tipo de fármaco que también se utiliza para tratar el TOC es la clomipramina. Los efectos secundarios de este medicamento incluyen sequedad bucal, visión borrosa, estreñimiento, somnolencia y mareos.
El medicamento puede tardar, por lo menos, 12 semanas en comenzar a hacer efecto. Es importante que no deje de tomarlo repentinamente, sin consultar primero a su médico de cabecera. Si lo hace, o si se olvida de tomarlo, podrá experimentar síntomas de abstinencia tales como dolor de cabeza, mareos, náuseas y ansiedad.
Lea siempre lea el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento, y si tiene preguntas, consulte a su médico de cabecera.
¿El trastorno dismórfico corporal es similar al TOC?
Respuesta
El trastorno dismórfico corporal (TDC) y el TOC son afecciones diferentes, pero tienen algunas similitudes.
Explicación
El TDC es una afección que hace que la persona pase mucho tiempo preocupándose por su apariencia.
Quienes padecen de este trastorno suelen preocuparse porque creen que tienen uno o más defectos físicos.
Todos nos preocupamos por nuestra apariencia física en algún momento, pero a las personas que padecen de TDC esa preocupación las llena de angustia y puede afectar su vida cotidiana.
El TDC y el TOC tienen en común la necesidad de repetir ciertas acciones. Estas pueden ser, por ejemplo, controlar frecuentemente la apariencia propia o buscar aprobación constante con respecto a la misma. Otro ejemplo podría ser maquillarse todo el tiempo, o bien estirarse la piel para darle un aspecto “terso”. Las personas que padecen de TDC sienten que no pueden ir a lugares públicos, a menos que oculten sus “defectos” con cierto tipo de ropa o maquillaje.
El tratamiento del TDC es muy similar al del TOC. Por lo general, se ofrece una terapia cognitivo-conductual (TCC). Si esta no funciona, el médico de cabecera puede recetar un medicamento para controlar los síntomas.
Más información
OCD Action
0845 390 6232
www.ocdaction.org.uk
OCD UK
www.ocduk.or
Mind
0845 766 0163
www.mind.org.uk
Fuentes
•Simon C, Everitt H, Kendrick T. Oxford handbook of general practice. Oxford: Oxford University Press. 2005:964
•Obsessive-compulsive disorder. Clinical Knowledge Summaries. www.cks.nhs.uk, consultado el 26 de junio de 2009
•Obsessive-compulsive disorder: core interventions in the treatment of obsessive-compulsive disorder and body dismorphic disorder. National Institute for Health and Clinical Excellence •(NICE), 2005. www.nice.org.uk
Obsessive-compulsive disorder. Royal College of Psychiatrists. www.rcpsych.ac.uk, consultado el 26 de junio de 2009
•Understanding obsessive compulsive disorder. Mind, 2008. www.mind.org.uk